sábado, 25 de enero de 2014

Música Inspiradora. Canto al Hermano Sol.

Volviendo a mi afición por el poveretto de Assisi. Por Francesco, el chico enamorado de Dios, coloco aquí una linda versión del Canto al Hermano Sol, en la versión de mi contemporáneo Angelo Branduardi.


CÁNTICO DEL HERMANO SOL o ALABANZA A LAS CRIATURAS

Altísimo, omnipotente, buen Señor, tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente el señor hermano sol, el cual es día, y por el cual nos alumbras.
Y él es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación.
Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento, y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo, por el cual a tus criaturas das sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual alumbras la noche, y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
Load y bendecid a mi Señor, y dadle gracias y servidle con gran humildad.


El Organismo Pensante

Cuando le damos vueltas al difícil concepto del "Todos somos Uno", nos llegan infinidad de inquietudes que bloquean nuestra comprensión. 

Por ejemplo: ¿Cómo puedo yo ser otro? ¿Cómo puedo ser yo lo mismo que un delincuente o un salvaje? No tenemos casi ninguna evidencia de la conexión, excepto, tal vez, entre madre e hijo las corazonadas, y algún otro sentimiento anticipado de difícil demostración. Pero no más.

Pero que seamos los Hijos de Dios... Más exactamente, una sola entidad que es el Hijo de Dios, es casi incomprensible. Además, si le agregamos el inconveniente de que en ese caso Dios ya no sería Todo, sino que estaría fraccionado... ¡Qué complique!

Pensando en esto, se me ocurrió que nuestra situación sería literalmente similar a la de un organismo, un ser vivo, que está compuesto de células individuales, con funciones preestablecidas y con ligeras diferencias en su estructura. Lo que no haría que una de ellas tuviera valor independiente, sin las demás. Sería absurdo. El más tonto de los pensamientos ocurriría cuando una célula del organismo quisiera ser más que las demás, maltratara a otras o quisiera apoderarse de los recursos que las mantienen vivas, a expensas de destruir a otras.

Esta actitud sería una catástrofe para el organismo vivo, pues algunas funciones ya no serían realizadas por haber desaparecido las células encargadas de ello, mientras que otras empezarían a crecer incontroladamente (cáncer?), enfatizando solamente una función, que terminaría por enloquecerlo.

Pues sí. Lo que pasa es que esa es nuestra situación: Nos encontrábamos originalmente en unidad, en un estado de total armonía y felicidad, sin miedo, sin rivalidades, sin competencia, porque sabíamos quienes éramos y nos contentábamos con ser parte del Ser, que existía gozoso y sin preocupación, gracias a la colaboración de todos.

No obstante, en un momento dado que algunos llaman La Caída o la Expulsión del Paraíso, se creó la ilusión de que estábamos fragmentados en "personas", quienes se dieron cuenta de que podían considerarse independientes y diferentes entre sí. Fue un momento en que la conciencia cambió, deformando la percepción y creando al Ego, que antes no tenía cabida en esa organización perfecta.

El conjunto cayó en un sueño profundo, en el que empezó a imaginar epopeyas, ataques y calamidades a los que debía hacer frente individualmente, repartido en millones de pedacitos que se sintieron solos y desvalidos, dedicando su conciencia nada más que a defenderse de los demás y del entorno hostil en el que creyeron estar.

De manera que sería tarea ardua ir a decirles a las células del organismo que despierten. Que reconozcan que son un solo organismo feliz... Que dejen de guerrear entre sí y de temer perder sus nutrientes, porque estos son infinitos cuando hay armonía y unidad. Porque todos dependen de todos y en esta dependencia está el gozo de existir.

Eso trató de decir Jesús, cuando vino... Pero casi que era hablar para locos. Locos que tomaron su mensaje y se organizaron para aprovechar egoístamente las enseñanzas de este maestro y para controlar las masas angustiadas y sin rumbo.


¿Qué hacemos entonces?
Tratemos mediante este y otros símiles útiles, 
de comprender que sí tenemos un propósito y una función... 

Que no somos huérfanos en un tristemente llamado Valle de Lágrimas... Y que la solución está en volver a mirar a nuestro prójimo de otra manera, comprendiéndolo como si fuera uno mismo...

¿Será tal vez ése el camino de retorno a la Unidad y la hasta ahora esquiva Felicidad?


sábado, 18 de enero de 2014

Instrucciones para Despertar 10. La Balsa Viviente.

Después de este ejercicio nos sentiremos más grandes. Expandidos. Seguros. Amados. Por fin encontraremos nuestro lugar en la existencia. Dejaremos de sentirnos pequeños, desconectados e incomprendidos. ¡Ensayémoslo! 

Hace 2000 años, Jesús vino entre nosotros con el mismo mensaje que nos trae ahora: "SOIS TODOS UNO: EL HIJO DE DIOS". Y expuso su método, absolutamente incomprensible hasta ahora para nosotros: "Amarnos los unos a los otros". Aparentemente simple, pero imposible en la práctica.

Sin embargo este mandato encerraba la base de su método de escape de Matrix: El perdón; palabra que no nos gusta mucho. Pero es la clave para aplicar Su método. Porque ¿Cómo puede uno amar a una persona, (aunque sea nuestra propia madre) a quien no le hemos perdonado por sus pasadas grandes ofensas y sus no tan pequeños defectos? ¿Cómo puede amarla incondicionalmente, si no le ha perdonado de antemano sus errores futuros?

Lo que sucede es que amar es perdonar. No hay caso, ni escape a ello. Y solamente amándonos mutuamente podemos verificar la Unión Universal del Ser para salir de la Ilusión y regresar al anhelado Reino de la Verdad y la Felicidad.

El Ejercicio: Escoge alrededor de 10 personas o familiares con las que eres afín o a que te inspiran afecto; gente con la que no tienes ninguna prevención; gente con la que piensas que te pudieras fundir sin perder ni ganar, e invítalas mentalmente a hacer parte de tu grupo espiritual; de tu balsa hacia la Iluminación. Inicialmente deben ser personas con las que simpatices, o de las que tengas buenos recuerdos, o que hayan sido un modelo para ti; pues de lo contrario el Ego bloqueará tus intenciones de fusión.


Esa gente y tú serán uno solo.. respirarán al tiempo y compartirán su visión. A la vez que ves tu vida,, podrás vivir la de tu hijo en otro país y entender los motivos de tu padre y el paisaje del gran amigo que emigró. Como si tú fueras ellos. Porque son realmente uno solo.

Somos uno con toda la Humanidad.. pero como eso no lo podemos aceptar aún, empecemos reconociendo que somos uno con nuestros seres más queridos... Y veamos a través de sus ojos y sintamos mediante su corazón!

Este simple ejercicio, hace que de inmediato crezcas y te sientas como en un gran globo hecho de aire mismo... Como en una balsa hecha de agua marina, flotando inseparable del mar, apoyado por tu grupo amoroso e incondicional, que comparte la misma sustancia que tu: agua o aire... Lo que te guste más.

Y si crecemos suficientemente, tal vez podremos sentir a nuestro grupo como una enorme y luminosa galaxia, girando lenta y poderosamente en el infinito espacio... Sin nada qué temer. ¿Qué puede temer una galaxia?

Con este ejercicio, todos los solitarios se darán cuenta de que ya no lo son; porque ahora son algo gigante, hermoso y poderoso, unidos por el Amor, mediante la estrategia del perdón.

Porque aplicar el perdón no significa otra cosa más que quitar los obstáculos que levantamos para mantener nuestra aparente individualidad y el aislamiento de la abundancia y la felicidad.


La ventaja es que con este truco se irán formando sólidas células luminosas de 10 o más personas armoniosas y en paz, que se multiplicarán exponencialmente, pues cada componente inicia también su propio círculo con conocidos con los que podría lograr la paz para regresar a su Hogar Eterno.

Al establecer esta conexión con la poquita gente con la que somos afines y con la que nos desarmamos sin problema, la unión tendría incluso connotaciones más físicas, pues podríamos experimentar lo que sienten esos seres queridos de nuestra cadena. También, se ampliaría nuestra perspectiva conteniendo la visión de 10 observadores en lugar de uno aislado, abriéndose nuestra comprensión a los motivos de los demás, pues seríamos uno mismo, generándose la compasión -objetivo budista- que es la comprensión de la situación y sentimientos del otro como si fueran propios, llevándonos de vuelta al círculo del perdón.

Luego, con la práctica, mediante la práctica de el perdón, iríamos agregando más y más personajes a nuestra red de amor incondicional. Y con suerte, además, una célula se unirá con otra generada en otro país -tal vez- expandiéndose como pólvora, hasta que Jesús pueda ver su mensaje asimilado y que el Durmiente ha despertado sonriente, pleno de gozo e integrado nuevamente en un solo grandioso Ser.

No se pierde nada con empezar a practicar...






domingo, 5 de enero de 2014

Tú: el Observador Omnipresente

Intrigante la cuestión del observador que colapsa la onda y hace que se materialice lo observado, de acuerdo con la Física Cuántica. 
Inquietantes, aún antes de conocer a los nuevos físicos, las preguntas de este estilo: "En este momento, en el fondo del mar, a kilómetros de profundidad, ¿Está sucediendo algo? ¿Hay un pez escarbando los sedimentos entre las rocas? ¿Se mueve veloz un cardúmen de una especie sin nombre, sin que nadie lo haya visto jamás?"



El budismo reforzó en mí la incertidumbre cuando me enseñó que el observador, lo observado y el acto de observar eran uno solo y no podían existir separadamente. 
-O sea que sin mí, no existía posibilidad de que hubiera nada que pudiera ser observado-.

Dicen los físicos que este proceso de observar es tan inestable (impermanencia budista), que durante la observación misma, lo observado cambia a cada momento y se constituye en una simple probabilidad en el sitio donde se mira.

Lleva esto a confirmar, que sin observador no hay "mundo exterior", no hay nada material... Volviendo al punto de que es la mente la que crea lo que se percibe, y que además lo percibido no tiene nada de "sólido".

Todo esto confirma que efectivamente nos hallamos dentro de un Sueño. El soñador es el personaje principal de la trama y vive, como nosotros lo hacemos en nuestra vigilia también, en primera persona. Es el centro del mundo. Va recorriendo parajes imaginados y a medida que anda, el panorama se abre... Se resuelve en imágenes, nunca queda un vacío. Claro que su imaginación es infinita y puede volar de un sitio a otro a la velocidad de la luz. Pero en realidad, no se ha movido del punto donde reposa.

Y también se parece mucho a quien se encuentra jugando un video-juego: El mundo a su alrededor es completo y tiene árboles y casas, e incluso otras personas y objetos que pasan por ahí. Pero solamente en el primer plano; más allá de ese perímetro no hay nada más. 


Nadie que se encontrara jugando en la computadora esperaría que más allá de la escena estuviese desarrollándose otra escena: Más allá del pantallazo, por supuesto que no pasa nada. ¡Simplemente no hay nada! No tendría sentido que lo hubiese.

Estas dos alegorías resuelven entonces, mi pregunta original. ¡En el fondo del mar no sucede nada, si yo no estoy buceando en ese preciso punto! No hay peces, ni corrientes, ni rocas, ni nada. Hasta que yo decida ir allá, ya sea personalmente o mediante una tele cámara o mediante mis sueños secundarios (el cine, o escribiendo un libro de ficción sobre ello). Igualmente, en el video juego no hay sino el personaje principal y lo que sus sentidos alcanzan a detectar. Y lo mismo en el sueño: estoy donde estoy y no existe nada más.

Esta conclusión es impresionante, porque nos aterriza en un mundo de ficción inexistente. En una ilusión que no tiene lugar en ninguna otra parte más que en nuestra mente... como una película envolvente, y lo peor, con un alambicado contenido que nos martiriza y nos hace luchar permanentemente sin poder estar en paz.

Sin embargo,
Somos el observador omnipresente, porque todo lo que existe está dentro de nuestra mente.
Así es la cosa.

La nueva pregunta, entonces, es: 
¿Qué haría un ser inteligente si se da cuenta de que se encuentra en ésta extraña situación?


-Si hallas pronto una solución, debes empezar de inmediato a actuar en consecuencia-

viernes, 3 de enero de 2014

Rumi: Los ojos del amado y la Danza Derviche

El sabio sufi Yalal ad-Din Muhammad Rumi fue un importante místico persa que se destacó por la búsqueda directa de la Divinidad. 


Me impactó particularmente uno de sus libros, titulado "Gazing at the Beloved". "Mirando al Amado", podría ser la traducción. Éste es un conjunto de poemas que se constituyen en una especie de manual para trascender y alcanzar la unión con el Todo a través de los ojos del compañero. Porque la pregunta clave de la existencia es ¿Dónde debería yo buscar a Dios?

Supe que la meditación en la mirada era practicada actualmente por algunos grupos estadounidenses de espiritualidad  y logré conseguir el texto completo. De manera resumida, Rumi afirma que un gran sabio sufi, Jalaluddin, propuso a su mejor amigo, Shams, reunirse para practicar la mirada amorosa. Entonces, se encerraban en su tienda por horas para sentarse uno frente al otro, mirándose fijamente a los ojos hasta perder la conciencia. El efecto de este mirar perdido se asemeja un poco a la mirada Zen de la que ya hemos hablado previamente. Los ojos de los que se aman se funden en una sola mirada al Infinito y gracias a su mutuo y cariñoso apoyo pueden ingresar a otra realidad trascendiendo lo material.

Los ojos del otro, -que no necesariamente tendría que ser un "amante", sino más bien alguien que piense de manera similar a nosotros y acepte la inicialmente descabellada idea de pasar horas en silencio, sin pensar ni pestañear mucho, esperando la unión de las dos almas y el encuentro con el Ser-, se convierten en un espejo donde el espíritu halla una salida hacia otras energías sutiles y gozosas.

Claro que esta continua práctica, que para los dos amigos se transformó en un hábito diario, casi un vicio, les trajo muchos inconvenientes y habladurías... Como siempre sucede en las sociedades rústicas, como lo son todas las que conocemos y vivimos. Finalmente se separaron, pero su conexión nunca desapareció. 

La base está en que Dios se encuentra en todas partes... Entonces, nada mejor para verlo, que posar relajadamente los ojos en los ojos del amante. ¡Mil veces mejor que ensimismarse mirando un doloroso Cristo o una imagen de Dios hecha por un artista!

Luego de la muerte de Rumi, sus seguidores fundaron la orden sufí Mevlevi, mejor conocidos como los "Derviches Giróvagos", ya que realizan una meditación en movimiento llamada "semá" donde giran sobre sí mismos acompañados por flautas y tambores. En esta danza, que es más una forma de meditación y escape para conectar con el Ser, primero, con el Universo luego y finalmente con Dios, los derviches usan una falda que destaca sus giros e imitan el palpitante girar de los planetas, los átomos, y como dice su poema: las almas en el renacer de cada día.





Esta danza frenética y alucinante (¿Cuántas vueltas puede uno dar sin sentirse mal?) es otra puerta al éxtasis divino, del estilo particular de Rumi... Tan excéntrico, como perderse por horas mirando en los ojos del amado.


Como muestra de su filosofía, a continuación el Poema de los Átomos.




Baila, como si nadie te estuviera mirando,
Ama, como si nunca te hubieran herido,
Canta, como si nadie te oyera,
Trabaja, como si no necesitases dinero,
Vive, como si el cielo estuviese en la tierra.

jueves, 2 de enero de 2014

UCDM. Nueva Visión. Cambio de Percepción.

Somos producto de una educación que nos lleva a profundizar en las diferencias... en especializarnos... en concentrarnos en disectar lo que vemos hasta volverlo un rompecabezas que nadie más que nosotros o los pocos que están con nosotros en la "investigación", entiende...

Eso nos da prestigio... Vano prestigio, porque cada vez nos sentimos más alejados de la comprensión de la Realidad. ¡Más perdidos! 

Cada vez más, los científicos comprenden que el campo que les falta por investigar se hace más y más grande. ¡Que lo desconocido es casi infinito!

Estamos en un enorme fractal que se replica eternamente. Todo funciona en círculos y los sucesos y errores se repiten y se repiten eternamente hasta la saciedad, haciéndonos pensar que algo anda mal en este mundo. Es como una gran tomadura de pelo. Una gran broma, no sabemos de quién.


Por eso recomiendo el estudio de Un Curso de Milagros: porque es integrador. Este texto busca lo general, lo que tenemos en común. ¡La unidad!

Porque nos vuelve a hacer uno con nosotros mismos, con los demás y con el Creador, de una forma inusual, que nadie nunca nos enseñó. ¡Despertando!

Realmente ¡Es lo más "moderno" y "revolucionario" en el pensamiento que he conocido, después de escudriñar en toda la sabiduría y las teorías humanas!

¡Es un entrenamiento mental!

Nos cambia rotundamente, dando un viraje a lo que hemos aceptado como cierto, y mostrándonos suavemente la posibilidad de que las cosas sean de otra manera y no como lo hemos dado por hecho. O como nos lo enseñaron.

Como verdad mayúscula e impactante, demuestra que es imposible un Dios que haya puesto a prueba a sus criaturas por puro deporte...

Que desoiga oraciones y que mire sufrir a gente buena, permitiendo que el malo triunfe.
Y es que ¡Dios no está en el mundo de las dualidades ni hace parte de ese juego! En otras palabras, ni se entera de semejante desquicio.

La gigantesca verdad que devela este texto revelado, es ¡Que Dios no creó este mundo! Lo creo la mente distraida de su "Hijo": La Humanidad.

¡Dios no creó la muerte! Ni los desastres, ni la injusticia... Él apenas si sabe que hay guerras y hambre... Porque todo eso está fuera de su forma de ser; de su Presencia; de su Verdad. 

Todas esas cosas absurdas que suceden y cada vez más espantosas y grotescas, las creó nuestra mente colectiva desde el día de la "Caída": A nosotros, al Ser que todo lo tenía, se nos ocurrió experimentar cómo sería si dejáramos de ser lo que éramos.. Y ahí empezó nuestra confusión, en la cual Dios no tuvo participación, porque fue básicamente un sueño de la Humanidad. Algo irreal, que por serlo, no significa amenaza para el Durmiente.

Pero el soñador en su delirio, se siente fragmentado en millones de seres, la mayor parte de los cuales -incluso los más allegados a él- lo atacan, generando con ello que su vida sea competencia y lucha permanente, basada en su obsesivo juzgar, puesto que la verdad absoluta nunca está a su alcance.

Volver a ver la Realidad como es, es nuestra misión, para en lenguaje cristiano "Salvar a la Humanidad".